
Imagen sacada del libro Bioarquitectura. En busca de un espacio, de Javier Senosiain
Nos hemos alejado por completo de lo que sería el hábitat natural en cualquiera de sus sentidos, convirtiéndolo en extraordinario. El arquitecto mexicano Javier Senosiain explica como la tendencia del resto de seres vivos, excluyendo al ser humano, es buscar hábitats o tratar de reproducir su medio original. Sin embargo, explica en Bioarquitectura: En busca de un espacio que “la inquietud del ser humano por su propia existencia se limita a lo teórico, y sus creaciones personales lo alejan de su origen. La adaptación urbana intensa lo modifica, haciéndolo perder lo más genuino de su ser: la naturalidad” (Senosiain, 2002, p. 28-29). En cambio, al permitir entrar en juego la experimentación más allá de la funcionalidad, se puede fomentar una experiencia más enriquecedora.
La analogía entre arquitectura y biología ha sido un tema de interés y debate a lo largo de la historia de la disciplina arquitectónica. Desde los orígenes de esta relación en el siglo XVII hasta la actualidad, diversos autores han explorado las implicaciones y aplicaciones de los principios biológicos en el diseño arquitectónico.
En las últimas décadas, ha surgido un creciente interés en la incorporación de conceptos biológicos en la arquitectura, dando lugar a la aparición de términos como biomímesis, arquitectura evolutiva, genética arquitectónica y bioarquitectura, entre otros. Debemos tener en cuenta que estos conceptos han ido más allá de la práctica arquitectónica, llegando a otras disciplinas como el arte -a la vista está-, el diseño industrial e incluso la moda.
Los trabajos de Peter Collins y Philip Steadman han sido fundamentales para comprender la evolución histórica de la analogía biológica en arquitectura. Estos autores, desde diferentes enfoques, han analizado la relación entre arquitectura y biología, explorando los conceptos de evolución, herencia, coherencia, correlación, subordinación, forma y función, que tendremos en cuenta a la hora de trabajar en nuestro proyecto.
En la actualidad, la obra de Christina Cogdell, Toward a Living Architecture?, ofrece un análisis más profundo de la relación entre biología y arquitectura en el contexto contemporáneo. Cogdell destaca la importancia de comprender la intersección entre arquitectura, biología, complejidad y computación, y enfatiza la necesidad de una mayor integración del enfoque biológico en el diseño arquitectónico. Como hicieron -y hacen muchos otros autores y arquitectos- propone estrategias como el análisis del ciclo de vida para fomentar prácticas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.
Figuras como el arquitecto Vincent Callebaut han llevado estos principios a la práctica, desarrollando proyectos como París 2050, que buscan crear entornos urbanos sostenibles y libres de carbono. Callebaut aboga por una arquitectura orgánica arraigada en principios biológicos, a través de su concepto de arquibiótica, que fusiona arquitectura, biotecnologías y tecnologías de la información.
BIOMIMESIS Y BIOARQUITECTURA I
En los últimos años, hemos evolucionado en nuestra percepción de las disciplinas, pasando de considerarlas entidades aisladas a comprender la riqueza que surge de la colaboración interdisciplinaria. Este enfoque ha promovido una visión más holística, donde se entrelazan diversas problemáticas y se forja un pensamiento colectivo.
INTRODUCCIÓN A LA BIOARQUITECTURA Y BIOMÍMEIS
Imagen sacada del libro Bioarquitectura. En busca de un espacio, de Javier Senosiain
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